Las dos masacres tuvieron lugar en los barrios de La Florida, situada en el sur de la ciudad, y de Siete Lagos, ubicado en la parte norte de la urbe, capital de la costera provincia de Guayas.
En el primero, sucedido en La Florida, la Fiscalía reportó seis víctimas mortales, al irrumpir un grupo de personas armadas en una vivienda y acribillar a la gente que estaba en su interior, de acuerdo al reporte de medios locales.
Pocas horas después se dio el otro episodio, donde también personas armadas llegaron a una fiesta que se realizaba en la vecindad de Siete Lagos y abrieron fuego contra sus participantes, lo que dejó un saldo de cuatro fallecidos y diez heridos, entre ellos tres menores de edad de 14, 13 y 2 años.
El teniente coronel Ramiro Arequipa explicó que los atacantes utilizaron armas de diversos calibres y que esto se produjo después de que la Policía tratase sin éxito hasta en dos ocasiones de dispersar la reunión que se realizaba en la vía pública.
Los heridos fueron trasladados a dos centros médicos de la ciudad, donde la Policía activó un protocolo de resguardo ante la posibilidad de que el grupo agresor irrumpa en el lugar para volver a atentar contra ellos.
Los episodios de violencia ligados a la delincuencia y al crimen organizado se han disparado en Ecuador en los últimos años, especialmente en las zonas de la costa del país, donde se encuentran puertos como el de Guayaquil, utilizados por el narcotráfico para enviar a través del comercio marítimo grandes cantidades de cocaína a Europa y Norteamérica. EFE
